El Ministerio de Seguridad Social publicó este martes el informe Proyecciones del Gasto Público en Pensiones en España. En este texto de 190 páginas el departamento de José Luis Escrivá comparte sus previsiones sobre el futuro del sistema de pensiones español, que se enfrenta a un reto mayúsculo ante la jubilación de la numerosísima generación del baby boom.

En esas proyecciones el Gobierno detalla cuánto cree que crecerá la inflación año a año: un 4% en 2023 y un 2% anual entre 2024 y 2027. Según explicaron ayer martes fuentes de la Seguridad Social, el ministerio calcula que la revalorización de las pensiones para 2024 será de en torno a un 4%, dado el compromiso del Gobierno de mantener el poder adquisitivo de las prestaciones vinculando la revalorización con el IPC. Las proyecciones de inflación que realizan los principales organismos nacionales e internacionales sitúan la inflación media a final de año entre el 3,5% y el 4%. Esta vinculación entre la evolución de los precios y la revalorización de las pensiones se consagró en la primera parte de la reforma de pensiones de la pasada legislatura, de 2021. De esta forma, la previsión es que el global de las pensiones crezca otro 2% anual de 2025 a 2028.

Fuentes del ministerio que dirige Escrivá explican que proyectan ese 2% ante la insistencia de los organismos reguladores internacionales en ese objetivo. Ese es, de hecho, el principal objetivo de precios del Banco Central Europeo (BCE) y en torno a esa meta gira su política monetaria. Cabe destacar que, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, la inflación en 2024 en España será de un 3,9%, casi el doble de lo que recoge esta proyección de la Seguridad Social. Este organismo estima que 2023 cerrará en un 3,5%, mientras que la previsión del Gobierno es que lo haga en un 4%.

Hay otras prestaciones que crecerán aún más, como se acordó en la segunda parte de la reforma de pensiones. Son las que reciben los más vulnerables, como las mínimas y las no contributivas. “Desde 2027, la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo (cuantía mínima de referencia), una vez revalorizada, no podrá ser inferior al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos”, indica el informe de la Seguridad Social.

Ante la evolución prevista de ese umbral de pobreza, el Gobierno anticipa un incremento progresivo hasta cerrar la brecha en cuatro años. Por ejemplo, la pensión mínima de jubilación a los 65 años con cónyuge a cargo pasará de 13.527 euros en 2023 a 16.472 en 2027, un incremento del 22%. La subida más común por categorías es de un 17%, aunque algunas escalan hasta el 30%.

La siguiente tabla recoge “el importe de las cuantías de las pensiones mínimas en 2027, tras los sucesivos incrementos de acuerdo con estos supuestos”, indica la Seguridad Social.

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