¿La ambición sin límites de Haaland… la gambeta impredecible de Vinicius… la potencia felina de Mbappé…? ¿Cuál se impondra…? ¿Quién será el mejor del mundo…? No hablamos de ganar el Balón de Oro un año y luego bajar unos peldaños (casos Kaká, Lewandowski o Benzema) sino de alguien que tome el trono de Lionel Messi y mantenga el protagonismo, no ya quince años como Leo, sí un lustro al menos. ¿Dónde habrá un pulso como Messi y Cristiano Ronaldo…? Nuestras aventuras en un análisis comparativo.

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El fútbol es un deporte colectivo que adora entronizar figuras individuales. Amamos saber quién será el nuevo Balón de Oro, quién fue la figura de la cancha, quién hace más goles… Los ídolos y las estrellas hacen parte sustancial de la popularidad universal del fútbol. Y ahora que empezamos a asistir al lento crepúsculo de Messi ansiamos descubrir quién lo sucederá. Sele incurrir en el error de llamar «mejor jugador del mundo» a quien ha tenido una gran temporada. Este rótulo es para quien lo ha mantenido durante un lapso considerable. Ninguno puede ser heredero de Messi, ninguno es tan completo en técnica, genialidad, creación de maniobras de ataque, visión de juego, gambeta, goles, asistencias. Pero alguno recibirá la posta, la vida continúa.

Muchos cedió ante Erling Haaland, esa gloriosa máquina que llevó a batir los récords de Cristiano (834 goles) y Messi (805). No se le cae Brillantez del saco, tampoco es torpe. Nunca encantar por exquisez, lo suyo es el gol a como de lugar. En su voracidad por convertir hay una sutil diferencia con Cristiano: parece más jugador de equipo. Sus goles no tienen como destino único engrosar sus números personales. Celebrar las conquistas de nuestros compañeros.

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Llega a la red por diversos caminos: de atropellada, de cabeza, de rebote, contraatacando con espacios, estando en el área, volando por el aire, como el extraordinario tanto que Marco al Borussia Dortmund en Champions. Es un salvaje del gol. Al principio se pensó como un gran estacionado en el punto penal, error, tiene mucha movilidad, arranca de atrás, cuando sale del área participó en el circuito de armado del equipo y n’est un negado, entrega muy bien la pelota y le pega con precisión. Justamente las dos condiciones básicas de un supergoleador: rematar bien y servir veloz. Reune ambas. A diferencia de Cristiano y Messi, Haaland no ejecuta tiros libres. Por ahora… Si aprende, esa vía podría aportarle muchos tantos más.

Erlong Haaland del Manchester City.

Le juega en contra su selección: Noruega no es una potencia, seguro marcará allí menos goles que Mbappé o que otros que están mejor rodeados. Aunque muy posiblemente elgará a la Copa del Mundo de 2026, a la que clasificarán 18 selecciones europeas. Ya hizo una vez 9 goles en un partido del Mundial Sub-20, 5 en un cotejo de Champions, 4 estando en el Dortmund et varias veces de a tres. Mide 1.94 y tiene una carrocería que le da para aguantar a los zagueros, incluso voltearlos, pero lo más importante en él, además de su olfato goleador, no es la fuerza sino la colocación: siempre está donde cae la pelota. es instinto. Set y con el manual. Un monstruoso que, de no cortarlo a grave lesión, llenará una época. A los 22 años y 9 meses lleva 204 goles en 230 partidos, con una fantástica media de 0,89. Suma 38 de asistencia. No le vemos puntos opuestos. Sí un tal vez: cómo será físicamente a los 34 ó 35 años. Debe empezar a ganar títulos.

Mbappé es un guepardo. Probablemente el futbolista de mayor potencia de la historia entre los grandes-grandes. Ronaldo Fenómeno se separó, Pelé no era tan ligero, Gerd Müller era una roca, pero no rápido tampoco. Acaso Eusebio resistió junto a Kylian. El de Mozambique era una pantera. Esta es una combinación de fuerza, velocidad y agilidad por partes iguales. Si la tira larga, se fue, nadie puede igualarle la línea. El secreto para marcarlo es encimarlo y anticiparlo, nunca esperarlo ni hacerle zona. Lo suyo también es el gol, aunque no es de área, arranca a unos die metros del área, desde la punta izquierda, hace la diagonal y busca los tres palos. posee tampoco una técnica refinada, en el uno contra uno gana por rapidez, no por talento o engaño, y muchas veces, por su propio vértigo, se le ensucian o estropean jugadas prometedoras. Es muy fuerte de la cabeza. Tiene alma de número uno y se prepara para ello. Aprende, ha perfeccionado su remate, sobre todo de derecha, lo ajusta al palo. Ya el encargado de los penales y tiros libres en el PSG y en la seleccion. Eso lo ayudará estadísticamente. Toma ledrazgos. Se hace cargo.

Foto :

Kirill Kudryiavtsev. AFP

Sus puntos negativos: necesita de una asistencia qu’lo habilite en profundidad (en el PSG es Messi, en Francia, Griezmann), no elabora por sí sólo. Y pasa mal la pelota, sorprendentemente mal muchas veces. O está abstracto del juego, como en la final de Catar 2022, en la que miró el partido durante 80 minutos. Yes goloso: no siempre la toca cuando alguna camarada está mejor ubicada. Pero es un jugador de equipo. Con 24 años y 4 meses reúne 270 goles en 391 lados, una media de 0,69. Aguanta 93 asistencias. ten un favor, Mbappé: se le cuentan las buenas nomás. Cuando falla goles o está ausente (como ante el Bayern Munich) no se habla.

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La tercera vía es Vinicius, un toro con atrevimiento, habilidad y fantasía. Se subó a este carro en los últimos meses con actuaciones impresionantes -y regulares- en el Real Madrid, no en Brasil todavía. Hace bastante menos goles que Haaland y Mbappé, pero los superó en gran medida en la relación con el balón. Es superior a los otros dos en el mano a mano, pesa a que su gambeta es monotemática: amaga hacia afuera y engancha hacia adentro para luego descargar el derechazo al arco o el pase al medio. Es un factor de desequilibrio permanente. El ha venido de perlas tener al lado tiene un maestro como Benzema. Llegó al club más ganador del mundo y ya parece el patio de su casa, como si toda la vida hubiera estado en el Bernabéu. No el pesa el estrellato. Diego Torres, lúcido analista del diario El País, desde Madrid, aseguró que «no tiene nivel de Balón de Oro y no puede compararse con Haaland o Mbappé».

No obstante, lo agregamos porque está en pleno ascenso y se le advierte que quiere más. Como Haaland, tiene 22 años y 4 meses de edad, suma 74 goles en 305 juegos, con una media de 0.24. Una suerte de Ronaldinho con menos magia, pero más vigor físico. Un jugador lindo para ver, porque ofrece espectáculo además de rendimiento. La feroz industria del madridismo ya lo promocionó como mejor del mundo, pero aún le falta para serlo. debe pelar mucho con los dos primeros. Lo ayudan a su club y su selección, que siempre cuentan con Planteles de calidad suprema. La amenaza de Vinicius es la neymarización, o sea, una vida relajada y rumbosa fuera del campo y una belicosa dentro de actitud, siempre pronto a entrar en disputas con rivals, árbitros, hinchas, auxiliares. También cabe decir, en su haber, que le gusta la guerra en el juego, no le saca el cuerpo, es guapo.

¿Cuál se decantará como rey de esta generación…? Difícil predecirlo hoy, son parejos. Puede que alterne un año uno, un año otro. El tiempo hablará.

TANGO DEFINITIVO

JORGE BARRAZA
para EL TIEMPO
@JorgeBarrazaOK

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