Simon Johnson, economista reconocido por sus investigaciones sobre el impacto de las instituciones en la prosperidad de las naciones, ha propuesto una idea provocadora: los usuarios deberían considerar pagar por el uso de plataformas como TikTok o Instagram. Esta sugerencia surge en un contexto donde la economía digital y la influencia de las redes sociales en la sociedad están siendo objeto de intenso debate.
Johnson argumenta que el modelo actual de redes sociales, basado en la gratuidad para el usuario, en realidad tiene un costo oculto significativo. Las plataformas recopilan y monetizan datos personales, lo que plantea preocupaciones sobre la privacidad y el control de la información personal. Al pagar por el servicio, los usuarios podrían tener mayor control sobre sus datos y reducir la dependencia de modelos publicitarios que incentivan la maximización del tiempo de pantalla y la recopilación de información personal.
También, Johnson enfatiza que el enfoque sin costo puede favorecer la diseminación de contenido llamativo o divisivo, ya que las plataformas intentan aumentar la interacción de los usuarios para incrementar sus ganancias publicitarias. Un sistema de suscripción podría alinear más efectivamente los objetivos de las plataformas con los de los usuarios, fomentando contenido de mejor calidad y disminuyendo la propagación de información errónea.
Esta iniciativa también está vinculada con los estudios de Johnson acerca de cómo las instituciones y las estructuras económicas influyen en la prosperidad y la equidad de las comunidades. Al analizar el efecto de las redes sociales en la economía y la cohesión social, propone que es esencial revisar los modelos de negocio que soportan estas plataformas para promover un entorno digital más saludable y justo.
Sin embargo, la idea de pagar por el uso de redes sociales plantea desafíos significativos. Existe el riesgo de crear una brecha digital, donde solo aquellos que pueden pagar tengan acceso a plataformas de comunicación y expresión, exacerbando las desigualdades existentes. Además, cambiar el modelo de negocio de estas plataformas requeriría una transformación profunda en la forma en que operan y generan ingresos.