Marcelino García Total se ha convertido este lunes en el nuevo entrenador del Villarreal. El asturiano, que regresa al club castellonense después de siete años, será el tercer técnico que se siente en el banquillo en la presente temporada, tras Quique Setién y José Rojo Martín “Pacheta”. El cuarto si se incluye en la cuenta a Miguel Ángel Tena, quien estuvo como interino este fin de semana en el partido frente al Atlético de Madrid.

Marcelino, que ha firmado por dos años y medio, comenzó el curso en el banquillo del Olympique de Marsella, equipo que dejó cumplida la quinta jornada tras una grave crisis que enfrentó a la directiva del club francés con sus aficionados más ultra.

Su primera época en el Villarreal, de 2013 a 2016, estuvo conformada por cuatro temporadas en las que el asturiano consiguió un ascenso a Primera y llevó a los suyos a jugar competiciones europeas. En su primer año, el entrenador tomó las riendas del equipo en enero, siendo séptimos en Segunda, y lo subió hasta la segunda posición de la tabla, consiguiendo el ascenso directo.

Ya en Primera, Marcelino logró que el club nunca temiera por la permanencia, algo poco habitual en los cuadros recién ascendidos. El Villarreal finalizó sexto en las dos primeras temporadas de regreso a la élite española y se clasificó de manera directa para la Europa League en ambas ocasiones. El último año fue el más exitoso para el entrenador al frente de la entidad amarilla, terminando la temporada en la cuarta posición de liga, con acceso a las ronda previas de la Champions League, y cayendo en las semifinales de la Europa League ante el Liverpool de Jurgen Klopp.

Aun con esos buenos resultados, Marcelino fue destituido en agosto de 2016. Su metodología estricta y sobrevigilante había causado un desgaste importante dentro del vestuario. Además, su deseo de tener cada vez más control sobre algunos aspectos extrafutbolísticos de la entidad provocó un enfriamiento en su relación con Fernando Roig, propietario y presidente del club. Esto último acabaría por marcar su salida.

El entrenador, que se ha vuelto menos obsesivo con los detalles, regresa al Villarreal en una etapa de mayor madurez profesional, después de haber pasado por otros clubes de La Liga como el Valencia y el Athletic de Bilbao, equipos con los que consiguió una Copa del Rey y una Supercopa de España, respectivamente.

El Villarreal ya había realizado un acercamiento con Marcelino antes de que el club fichara a Quique Setién, pero el entrenador asturiano se encontraba entonces en una etapa en la que no tenía muy claro hacia dónde quería llevar su futuro. Su nombre también llegó a sonar como uno de los candidatos a dirigir a la selección en su momento, pero ese proyecto no llegó a concretarse.

El Villarreal dio a conocer el regreso del entrenador mediante un vídeo publicado en redes sociales, en el que se resaltaba que Marcelino llegó al equipo, la primera vez, en “uno de los peores momentos” para la entidad. Ahora, el club está nuevamente atravesando por una situación complicada, ubicado decimocuarto en liga, y el asturiano vuelve a erigirse como la solución a sus problemas. De esta manera, el Villarreal gana a un entrenador que ha demostrado ser garantía allá donde ha estado y Marcelino regresa a un entorno en donde fue feliz.

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