Honduras aprueba sólo dos adopciones de niños cada mes

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cada año se adoptan menos niños en Honduras. Las cifras de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familias (dinaf) indican que desde 2019, antes de la pandemia de covid-19, los casos han caído drásticamente.

A través de la solicitud de información SOL-DINAF-373-2023, la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus arrojó que entre 2015 y octubre de 2023 hubo 224 adopciones. Para 2017 hubo un adopción cada 7 días (cuatro cada mes), pero para 2023 se registraría uno cada 18 días o, en términos más prácticos, dos por mes.

En 2020, cuando la pandemia azotó al país, solo hubo seis casos en los que niños quedaron bajo tutela de hondureños o extranjeros que hayan realizado todos los trámites establecidos por la ley. Es decir, sólo hubo una adopción cada dos meses.

Esto, entre múltiples causas, podría estar muy relacionado con la tardanza del proceso, ya que la espera puede ser de hasta cinco años, lamentó el director de Dinaf. Lizeth Coelloal mencionar que en su gestión están tratando de reparar los tiempos.

”Si una familia está interesada, presenta su documentación, hay un proceso legal que debe solicitar, enviar sus documentos, eso nos llega y se revisa, digamos que puede tardar un mes y luego las investigaciones de campo. Entonces, en promedio, podemos llegar incluso a un año de procesos y son más largos cuando son internacionales porque la investigación se tiene que hacer con las agencias”, explicó.

años de espera

En mayo de 2023, la exprimera dama Aguas Ocaña regresó de España a Honduras para resolver una de las cuatro adopciones que solicitó cuando aún era esposa del expresidente Ricardo Maduro (2002-2006).

La mujer recorrió más de 8.200 kilómetros para, de una vez por todas, “tratar de concluir la adopción de mi hijo, que se realizó en Córdoba, Argentina, y luego, cuando mi hijo cumpliera 21 años, para no requerir la autorización de la familia, y cuando se presentó ante el Juzgado de Honduras nos sorprendió que el magistrado de ese momento nos pidiera la autorización de la familia”.

Ocaña acudió a la Sala Civil del Poder Judicial porque se trataba de un pedido “ilegal”; contrató nuevos abogados para que la nueva Corte Suprema de Justicia lo resolviera.

“Una vez que han reconocido que no era justo pedir esa autorización a los pares, hay fallo favorable y mi hijo puede seguir con su vida, ahora con la posibilidad de tener sus documentos legalmente y poder trabajar”, ​​afirmó. mencionado.

El hijo de Ocaña, Leo, fue adoptado cuando tenía siete años. Es originario de La Ceiba, Atlántida, pero un juez decidió darle la custodia a Ocaña, quien inició los trámites desde Argentina y decidió trasladar el caso a Honduras cuando tenía 21 años.

Este caso lleva más de una década, sin embargo, Leo ha permanecido junto a Ocaña durante todo el proceso.

En Honduras las adopciones se manejan con mucho secretismo. Las cifras que reporta Dinaf apenas dicen que en ocho años hubo 224 casos y que desde 2019 cada vez menos niños quedan bajo la tutela de padres o de padres que cumplen todos los requisitos de adopción.

Los niños de 0 a 5 años, según la categorización que hace este diario, son los más adoptados, aunque Dinaf asegura que reciben más solicitudes para niños de 0-3 años.

Según trascendió, en los últimos ocho años dieron en adopción 96 niños de 0 a 5 años y 93 infantes de 6 a 11 años.

Los datos muestran que cuanto mayor es el niño, menor es el número de adopciones realizadas por la institución infantil. Además, muchos casos de niños con discapacidad también quedan atrás.

Al ser preguntado sobre qué pasa con estos niños, el director de Dinaf respondió que permanecen en esa institución hasta los 18 años, pero los que no son capaces de “salir a la sociedad” se quedan en las instituciones ayudando.

Lo mismo ocurre con las personas con discapacidad, aunque Coello mencionó que hay una institución con la que Dinaf tiene convenios de apoyo para que se pueda ubicar allí a menores de edad, aunque sean mayores de edad.

”A los niños con discapacidad se los llevaron cuando tenían 11 años, 6 años, y ahora tienen 20, 30. Y ahí están porque no hay familiares, no hay nadie. Ahí se quedan con las instituciones”, dijo sin dar más detalles.

Niños con discapacidades

Coello mencionó que actualmente hay 93 niños aptos para adopción, pero que 44 “necesitan padres sensibles a la situación médica”, porque tienen microcefalia, espina bífida o condiciones médicas especiales.

”Esto significa que estos 44 necesitan una familia que esté dispuesta a adoptarlos incluso en esa condición, porque las familias están informadas, el niño no es enseñado. Les explicas, quieres adoptar, tenemos un niño con esta situación especial. Luego el proceso continúa, pero los padres ya están advertidos”, explicó.

Lamentó que -en muchos casos- los hondureños se muestran escépticos ante la adopción de niños con discapacidad, contrario a lo que ocurre con los extranjeros, por lo que las cifras los posicionan como uno de los grupos que más solicitan la custodia de menores.

Según Dinaf, de los 224 expedientes de adopción en ocho años, 83 fueron otorgados a padres hondureños y 83 a estadounidenses. Asimismo, hubo 25 denuncias en las que los tutores legales eran europeos y 13 a padres en los que uno era ciudadano extranjero y otro de este país.

”Lo que pasa es que por los procesos que tardan tanto de nuestra parte las familias se dan por vencidas y hay otros países donde los procesos son más rápidos, entonces nuestros hijos se quedan porque los procesos han sido muy largos”, dijo. “Eso es lo que estoy tratando de ver, especialmente cuando trato con niños con una condición médica especial, porque hay familias”, continuó.

Manifestó que en 2023 han asignado a familias adoptivas a 35 menores de edad, la mayoría de 0 a 3 años, rango de edad más solicitado.

La abogada Alda de Kawas, quien también fue consultada por EL HERALDO Plus sobre adopciones, respondió que no está a favor y cuestionó el procedimiento que se realiza en el país.

”Creo que cada pueblo, cada Estado tiene el deber ante su gente y ante Dios de proteger a los niños. No estoy de acuerdo con que los niños de Honduras se delaten”, condenó, dando a entender que hubo irregularidades.

Actualmente, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) investiga 34 expedientes de niños adoptados en administraciones anteriores por presuntas irregularidades. Sobre este caso, el actual director de Dinaf afirmó que brindaron toda la información y están a disposición de las autoridades competentes, pero que lamentablemente esos casos fueron “heredados”.

Defendió que “los niños tienen derecho a una familia” y que hay personas dispuestas a asumir su patria potestad, que “ya pueden confiar en el proceso que estamos haciendo por la legalidad y tratando de acelerar para que los niños disfruten del derecho a tener una familia”. familia.” familia, porque si nadie lo adopta, se queda en nuestras instituciones”.

Porque “no es lo mismo el amor de una familia que el cuidado del personal contratado en las instituciones”, dijo, reflexionando que todo niño tiene “derecho a desarrollarse en un ambiente familiar ideal”, tal como lo establece el artículo 2 de la Ley. Especial Adopción en Honduras.

¿De dónde son los niños?

Los datos proporcionados por Dinaf indican que los niños dados en adopción son de los 18 departamentos de Honduras, pero que de cada 10 casos, cuatro eran de Francisco Morazán, dos de Cortés y uno de Comayagua.

Curiosamente todos los casos reportados en Comayagua corresponden a la cabecera departamental que lleva el mismo nombre.

Los informes de Francisco Morazán se centran principalmente en el Distrito Central, mientras que Cortés, la ciudad industrial (San Pedro Sula) tiene casi la mitad de todos los informes.

De todos los departamentos, Choluteca, Colón y Ocotepeque se encuentran entre los que menos adopciones han tenido en los últimos 8 años.

Requisitos de adopción

La Ley Especial de Adopción en Honduras menciona en su artículo 15 que los hondureños que quieran adoptar a un niño deben tener más de 25 años y menos de 60 años. Estar en el goce de sus derechos civiles, certificación de idoneidad y “poseer vínculo matrimonial con un mínimo de tres (3) años de convivencia o mantener una relación de hecho debidamente legalizada”.

Otro requisito es la entrega de al menos tres cartas de buena reputación emitidas por autoridades comunitarias, religiosas o gubernamentales del lugar de residencia; certificación judicial que acredite la aprobación de las cuentas administrativas y dos fotografías en las que se vea al solicitante de frente.

El apartado 8 del mismo artículo exige que los solicitantes tengan capacidad para educar, asistir y alimentar a la persona adoptada.

Dinaf afirmó que se priorizan las solicitudes de hondureños, pero “deben acreditar el compromiso de que, al salir del territorio nacional, se debe realizar un seguimiento post-adopción, bajo los lineamientos que establezca la Autoridad Nacional para ser aplicados en el país donde se encuentren”. Fijarán su nuevo domicilio”.

En el caso de extranjeros, el trámite se realiza a través de organismos acreditados que aceptan el Estado de Honduras, copia del pasaporte de cada solicitante y la aprobación oficial del país en el que reside para adoptar en otra nación.

El apartado 4 menciona que otro de los requisitos es un certificado emitido por el cónsul hondureño del domicilio del solicitante, que acredite que cumple con los requisitos. Además, el certificado de antecedentes policiales y penales original.

Cumplir estos requisitos es apenas el primer plazo para una adopción en Honduras, donde cada año hay decenas de menores aptos para formar una familia, pero la tardanza del proceso y las edades buscadas por los adoptantes (niños entre la primera infancia) crean un embudo.

Opiniones

Alda de Kawas, Abogada de Familia

”Creo que cada pueblo, cada estado, tiene el deber ante su gente y ante Dios de proteger a los niños. No estoy de acuerdo con que los niños de Honduras se hagan regalos”.

Lizeth Coello, directora Dinaf

”Los niños tienen derecho a una familia, y si hay familias que tienen esa vocación, ahora pueden confiar en el proceso que estamos haciendo por la legalidad y tratando de acelerar para que los niños disfruten del derecho a tener una familia, porque si no “Nadie lo adopta, se queda en nuestras instituciones”.